Samsung está desarrollando una batería sólida que promete 965 km de autonomía y recarga ultrarrápida, y espera que la producción masiva esté prevista para 2027.
- El uso intensivo de plata para estas celdas podría alterar el mercado mundial de metales estratégicos y acelerar la transición del coche eléctrico.
- Acuerdo histórico y multimillonario entre Tesla y Samsung por la producción de chips
La carrera por mejorar las baterías de los coches eléctricos vive un momento decisivo. La aparición de un prototipo capaz de recorrer hasta 965 km sin detenerse y recuperar el 80% de su capacidad en apenas nueve minutos marca un salto realmente inesperado. Esta tecnología promete más autonomía y velocidad de carga. Además, incorpora mejoras de seguridad, un ciclo de vida que podría alcanzar dos décadas y cambios drásticos en la forma en que se diseñan los vehículos eléctricos y las redes de recarga.
Esta revolucionaria batería ha salido de los laboratorios de Samsung en Corea del Sur, donde ya funciona una línea piloto para producir muestras. Si se cumplen los planes, la fabricación a gran escala podría comenzar en 2027, tres años antes de lo previsto, desafiando la posición dominante de China en el sector de las baterías avanzadas. La compañía presentó su prototipo durante el InterBattery 2024 en Seúl, confirmando que su objetivo es liderar el mercado de las baterías de estado sólido.
Un nuevo tipo de batería con un ánodo especial
Esta innovadora batería se basa en reemplazar el electrolito líquido tradicional por un material sólido de óxido, eliminando gran parte de los riesgos de inflamación. El resultado es un sistema más estable y con menos dependencia de sistemas de refrigeración complejos. Pero el verdadero cambio está en el ánodo: una combinación de plata y carbono que eleva la densidad energética hasta cerca de 500 Wh/kg, prácticamente el doble de lo que ofrecen las mejores celdas de ion-litio disponibles en el mercado.
Este avance aporta más autonomía y recargas ultrarrápidas, pero también abre interrogantes sobre el acceso a la plata. Se calcula que una batería de 100 kWh necesitaría cerca de un kilo de este metal, un nivel que podría tensionar el suministro mundial.
Si apenas un 20% de los vehículos que se fabrican cada año incorporara esta tecnología, la demanda anual de plata superaría las 16.000 toneladas. Con una adopción del 80%, esa cifra se cuadruplicaría hasta unas 64.000 toneladas, generando presión en la minería y posibles subidas de precio.
El impacto de la revolucionaria batería de Samsung
Además de prolongar la autonomía y acelerar la carga, estas baterías de Samsung permiten reimaginar la arquitectura de los coches eléctricos. Las plataformas podrían hacerse más ligeras y modulares, reduciendo costes de desarrollo y ofreciendo más espacio interior.
Las estaciones de recarga rápida también se verán afectadas: con tiempos de carga de menos de diez minutos, la experiencia se asemejará cada vez más a llenar un depósito de combustible convencional. Esto podría alterar la planificación de las redes de carga y facilitar la adopción masiva.
Otro punto esencial es la durabilidad: con un ciclo de vida estimado de veinte años, estas baterías reducirían la necesidad de reemplazos frecuentes y abrirían la puerta a nuevos modelos de negocio basados en el reciclaje y la reutilización de componentes. La combinación de mayor seguridad térmica y menor riesgo de explosión también facilitará que los fabricantes cumplan con normativas cada vez más estrictas en mercados como Europa, Estados Unidos o Japón.
Samsung avanza hacia la producción en masa
El proyecto, conocido internamente como Super Gap, no es sólo un prototipo de laboratorio. En el centro de investigación de Suwon ya funcionan las primeras líneas piloto para producir celdas de estado sólido con 900 Wh/l de densidad volumétrica, listas para enviarse a clientes estratégicos en fase de pruebas.
El calendario industrial se ha acelerado. Samsung prevé que estas baterías lleguen al mercado en 2027, adelantando casi tres años sus planes iniciales. Hasta entonces, las celdas de litio líquido seguirán siendo predominantes, aunque cada nuevo avance de la marca surcoreana reduce esa ventana de ventaja.
Esta novedosa batería supone un desafío directo a la industria china, que hoy domina la producción mundial de las baterías más avanzadas. De materializarse las promesas de rendimiento y coste competitivo, la tecnología de estado sólido podría reconfigurar la cadena internacional de suministro y el mapa geopolítico del sector.
Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.