Ofrecido por smart. La democratización de los coches eléctricos empieza a ser una realidad en Europa. El envejecimiento de los modelos anteriores, la reducción de los precios y las ayudas por parte de la Administración han situado a la movilidad eléctrica como preferente para cada vez más ciudadanos europeos, que optan por adquirir esta tecnología si tienen que realizar un cambio de vehículo.
La industria ha realizado enormes esfuerzos para reducir las desigualdades con el modelo de combustión, a la vez que ha reforzado las ventajas. El resultado es un importante aumento de las ventas. Cada año, en el continente se compran en torno a 1,5 millones de unidades, un dato que refleja el cambio de mentalidad por parte de los conductores. ¿Qué tiene la movilidad eléctrica que está convenciendo al usuario? Las ventajas de coches eléctricos van más allá de una considerable rebaja en el precio del “combustible”; hay otros factores que influyen positivamente y que explican esta inercia positiva.
Coste de carga muy inferior y cero emisiones
Como hemos comentado en la introducción, uno de los argumentos más sólidos a favor de la movilidad eléctrica es el ahorro económico. Recargar un vehículo eléctrico en casa resulta mucho más barato que llenar un depósito de combustible. Por ejemplo, el smart #1 tiene una modalidad de carga rápida, que puede alcanzar el 80% de la capacidad del vehículo en solo treinta minutos. Si bien el precio de la carga depende de la situación del mercado en dicho momento, podemos decir que el precio de una carga de este tipo no supera los 5 euros.
Otra de las grandes ventajas de los coches eléctricos es que no generan emisiones contaminantes durante su funcionamiento. A diferencia de los motores tradicionales, que liberan partículas nocivas a la atmósfera, los eléctricos circulan de forma completamente limpia. Esta característica es clave para reducir la contaminación urbana y mejorar la calidad del aire en las ciudades, donde la concentración de vehículos de combustión sigue siendo la principal fuente de polución. Conducir un eléctrico, por tanto, significa desplazarse sin dejar huella en el entorno inmediato.
Comodidad en la conducción
La experiencia de conducir un coche eléctrico es radicalmente distinta a la de un vehículo convencional. El silencio absoluto en marcha y la ausencia de vibraciones hacen que el viaje sea más placentero. Además, al no tener caja de cambios ni embrague (es automático), la conducción es mucho más suave y sencilla, incluso en entornos urbanos con tráfico denso. Esta combinación de confort y facilidad al volante es una de las razones que más valoran quienes han probado un eléctrico.
Menos averías y poco mantenimiento
El motor eléctrico es mucho más simple que un motor de combustión. Carece de pistones, válvulas o embrague, entre otros elementos ausentes; lo que reduce drásticamente la posibilidad de averías. Como tienen menos piezas y elementos que pudieran desgastarse, los eléctricos presentan una gran fiabilidad. Esta sencillez mecánica es una de las razones por las que muchos fabricantes ofrecen garantías largas en sus sistemas eléctricos.
El ahorro de dinero, y en este caso de tiempo, también se percibe en el mantenimiento. Es decir, los coches eléctricos requieren de muy pocas revisiones; y estas se limitan a comprobar el estado de los neumáticos, los frenos y los filtros de habitáculo. Esto implica menos visitas al taller y un gasto mucho menor en piezas de recambio y mano de obra.
Ventajas fiscales y subvenciones
Los incentivos económicos van más allá de las ayudas directas a la compra. Los eléctricos también cuentan con ventajas fiscales que los hacen más atractivos. Asimismo, el respaldo institucional a la movilidad eléctrica se materializa en planes de ayudas que ofrecen descuentos en la adquisición de un coche eléctrico. Este tipo de iniciativas hacen que la barrera del precio inicial se reduzca considerablemente, lo que facilita notablemente la compra.
Prioridad en las ciudades
Cada vez más ayuntamientos premian el uso de vehículos eléctricos con beneficios concretos. En muchas ciudades, estos coches disfrutan de tarifas reducidas o gratuitas en zonas de aparcamiento regulado, acceso a cargadores públicos subvencionados y permiso para circular por carriles especiales. En la mayoría de capitales europeas han instalado zonas de acceso exclusivo para vehículos que cumplen con unos estándares mínimos de sostenibilidad, los cuales siempre son cumplidos por parte de los coches eléctricos.
Los coches eléctricos han pasado de ser una posible alternativa al mercado tradicional a una solución real y con numerosas ventajas. El respeto al medioambiente, ahorro económico, comodidad, fiabilidad y beneficios fiscales son los beneficios que el usuario encuentra; algunos ya conocidos y otros que se van descubriendo a medida que se dispone del vehículo.
La suma de todo esto hace que apostar por un vehículo eléctrico sea una decisión responsable, inteligente y cada vez más práctica. En un contexto en el que la sostenibilidad y la eficiencia son cada vez más urgentes, los eléctricos se consolidan como los grandes protagonistas de la movilidad del presente y del futuro.
Brands es, quizá, el área más creativa de movilidadelectrica.com. En colaboración con el equipo editorial, marketing, desarrollo web... contamos historias (tu historia) con la promesa de convertirla en la de todos. Si quieres que se hable de tu marca, déjanos preparar una estrategia personalizada. ¿Hablamos?