¿Y si las baterías de tu coche eléctrico pudieran vivir más de lo que imaginas? Una nueva técnica podría alargar su uso hasta los 60.000 ciclos sin cambiar ni una sola pieza.
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En los últimos años, los vehículos eléctricos se han convertido en una pieza clave de la movilidad sostenible urbana. Sin embargo, hay un obstáculo que ha frenado su expansión: el desgaste inevitable de sus baterías. Hasta ahora, una batería envejecida significaba una sustitución costosa y un problema medioambiental difícil de gestionar.
Pero eso podría cambiar. Un grupo de investigadores de la Universidad de Fudan, en Shanghái, en China, ha dado con una fórmula inesperada que desafía todo lo que sabíamos sobre la vida útil de estas baterías. Y no lo han hecho con más litio ni con una batería nueva, sino con inteligencia artificial.
Deterioro de las baterías de los coches eléctricos
Las baterías de iones de litio, esas que alimentan la mayoría de los coches eléctricos actuales, pierden eficiencia con cada recarga. Lo normal es que puedan aguantar entre 1.000 y 1.500 ciclos de carga antes de perder gran parte de su rendimiento.
Este desgaste progresivo obliga a los propietarios a sustituirlas, con el consiguiente impacto económico y ecológico. No sólo cuesta dinero, también implica un residuo industrial difícil de reciclar y una alta demanda de litio, un recurso limitado. El problema de fondo es estructural: con cada ciclo de carga y descarga, parte del litio activo queda inutilizado. Y una vez que la batería empieza a rendir menos, ya no hay vuelta atrás. O eso creíamos.
La imposibilidad de recuperar esas baterías era uno de los principales frenos a la sostenibilidad de los vehículos eléctricos. Hasta ahora, la única solución era cambiarlas por otras nuevas, algo que también tiene su propio coste ambiental.
Cuántos ciclos duran las baterías
En condiciones normales, las baterías de litio que usan los coches eléctricos llegan a un punto en el que dejan de ser útiles mucho antes de fallar del todo. Alcanzar los 1.500 ciclos de carga suele considerarse un buen rendimiento.
Pero el avance presentado por la Universidad de Fudan podría multiplicar esa cifra por más de cuarenta. Su nuevo sistema logra que una batería restaurada llegue a los 60.000 ciclos de carga y descarga, algo nunca visto en el sector. La clave está en una molécula: CF3SO2Li. Esta sustancia, diseñada con ayuda de modelos de inteligencia artificial, se introduce en el electrolito de la batería para recuperar los iones de litio que han dejado de funcionar.
El proceso no daña los componentes que todavía están en buen estado, lo cual supone una ventaja clara frente a otras técnicas más invasivas. Como resumió el investigador Gao Yue, de la Universidad de Fudan, «al igual que en la medicina, nuestro enfoque trata el problema central de la batería sin afectar sus componentes que aún están en buen estado».
Novedades de esta tecnología
Más allá de la parte química, el uso de inteligencia artificial ha sido esencial para dar con esta solución. Los modelos analizaron grandes volúmenes de datos sobre compuestos y comportamientos electroquímicos hasta encontrar la molécula ideal para la regeneración.
Esta metodología no sólo ahorra años de investigación en laboratorio, sino que abre la puerta a nuevas formas de restaurar baterías en lugar de desecharlas. El impacto en la movilidad eléctrica y en la sostenibilidad del sector podría ser profundo. Por un lado, se reducirían los costes de mantenimiento. Por otro, se minimizaría la extracción de materiales como el litio, lo que aliviaría la presión sobre los recursos naturales.
Este avance también relanza el debate “baterías de litio vs baterías sólidas”. Mientras las baterías sólidas prometen más seguridad y densidad energética, esta técnica podría hacer que las actuales de litio duren mucho más, ganando tiempo para una transición más pausada y menos costosa. Y ahora, un pequeño ajuste químico diseñado por IA podría cambiar la forma en que entendemos la durabilidad energética. Las baterías ya no tendrían por qué morir tan pronto. Y eso, en un mundo que busca electrificarse a toda velocidad, es una noticia que no pasa desapercibida.
Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.