- La falta de volumen y la imposibilidad de alcanzar la economía de escala, los principales motivos
- El liderazgo de fabricantes chinos de baterías ha sido otra de las trabas
- La marca alemana no varía su estrategia eléctrica y seguirá apostando por una gama eléctrica
Porsche se encuentra en un momento interno incierto en lo relativo a la electrificación. Si bien parecía que todo iba a desembocar en su transformación cero emisiones, la misma que comenzó con el Taycan y ha proseguido con el nuevo Macan en el que recientemente ha decidido echar marcha atrás y replantearse volver a lanzar versiones de combustión. Sin embargo, la última noticia va en línea con su proyecto de producción propia de baterías, algo que iba a hacer a través de su filial Cellforce.
El motivo principal no es otro que la falta de volumen y la imposibilidad de alcanzar economías de escala, factores críticos para competir en costes con los líderes del sector. La dirección reconoce que escalar la producción hasta el punto de lograr una posición de costes competitiva no es viable en el entorno actual. Además, confirma la realidad del mercado mundial de vehículos eléctricos, que ha evolucionado de manera más lenta de lo previsto, especialmente en mercados clave como Estados Unidos y el segmento de lujo en China, afectando directamente a las expectativas de demanda de Porsche para sus propios productos eléctricos.
El liderazgo de fabricantes asiáticos (en especial China) como CATL y la caída de proyectos europeos (como Northvolt) han complicado aún más la autosuficiencia europea en baterías, situando a Porsche en desventaja frente a rivales con producciones masivas.
Contexto y consecuencias de la decisión de Porsche
Ahora Cellforce funcionará como unidad independiente de I+D, centrada en el desarrollo de tecnología de celdas y sistemas, y Porsche aprovechará las sinergias con la división de baterías del Grupo Volkswagen (PowerCo). Como parte de esta decisión, se prevé una reducción significativa de plantilla (se habla hasta de 200 empleados) aunque para mitigar el impacto social, Porsche y el Grupo Volkswagen facilitarán oportunidades de traslado a otros proyectos relacionados dentro del grupo. A pesar de este revés, la electrificación sigue siendo un pilar central en la estrategia futura de Porsche, que continuará apostando por el desarrollo tecnológico propio y por alianzas para asegurar su presencia en el sector eléctrico. Ahora la marca buscará liderazgo tecnológico apostando al desarrollo y colaboraciones, dejando la producción a gran escala para socios industriales especializados.
No era la idea inicial pero las cuatro ruedas se cruzaron en mi camino periodístico y desde entonces no he parado de disfrutar al volante. Enamorado del sonido de algunos motores, hoy por hoy vivo con sorpresa y emoción el camino electrificado que está tomando el sector.