- Es el escalón de acceso y tiene un precio, con descuentos, que puede situarse por debajo de los 23.000€
- Declara 170 CV, de sobra para cualquier escenario, y ofrece un comportamiento ágil y equilibrado
- Se asocia con la batería más pequeña y tiene una potencia de carga de 145 kW
Ya nos encandiló cuando lo condujimos por primera vez a finales del año pasado y recientemente le hemos comparado con otro de los nuevos actores del mercado eléctrico, el Opel Frontera. Y ya que estamos de comparaciones, te dejamos un enlace de la prueba del bz4x para que puedas hacerlo con otro todocamino de los más vendidos del momento.
Pero ahora toca analizar en profundidad la que a priori podría ser la alternativa más razonable dentro de la gama del nuevo Skoda Elroq, es decir, el Elroq 50. Decimos esto porque, como verás, es la que proporciona el precio de entrada a la gama y, lo que es más importante, a la electrificación de la propia marca checa.
De esta forma y dejando a un lado el apartado estético y de habitabilidad, pues salvo por algunos detalles nimios este escalón de entrada puede ser igual de atractivo que cualquiera de sus acabados más completos, lo que vamos a hacer directamente es ver cómo se comporta y, sobre todo, cuán eficiente resulta.
Sobrado de rendimiento
La versión 50 del Skoda Elroq se sitúa como una de las propuestas más equilibradas dentro del segmento de los SUV eléctricos compactos, destacando especialmente por su comportamiento en carretera y la eficiencia lograda con su sistema de propulsión. Este modelo ofrece una potencia de 170 CV y un par de 310 Nm, directamente a las ruedas traseras, lo que permite una respuesta instantánea tanto en ciudad como en trayectos más largos. El Elroq 50 acelera de 0 a 100 km/h en aproximadamente 9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 160 km/h, cifras que garantizan una conducción ágil y confiada en la mayoría de situaciones.
El equilibrio es su máxima
Dinámicamente, el Elroq 50 transmite una sensación de seguridad, con una pisada sólida incluso en cambios de apoyo rápidos, gracias al bajo centro de gravedad que aporta la ubicación de la batería. La dirección es precisa y permite mover el vehículo con facilidad por entornos urbanos, mientras que la suspensión absorbe bien las irregularidades sin renunciar a un toque firme que permite afrontar carreteras sinuosas con soltura. A esto se suma un trabajo afinado en la aerodinámica, con tomas de aire específicas, que contribuyen a mejorar la eficiencia y reducir el ruido en marcha.
La principal pega es que en este caso no se puede incorporar la suspensión adaptativa DCC que regula la dureza de los muelles en función del programa de conducción escogido. Tampoco tiene las levas tras el volante, como sí ofrecen los motores más potentes, y eso resta versatilidad de uso ya que solo contamos con el modo B de la caja de cambios para activar o desactivar la frenada regenerativa.
¿Es realmente eficiente?
La gestión electrónica adapta la entrega de potencia y la respuesta del acelerador en función del modo seleccionado, a escoger entre cuatro, permitiendo priorizar prestaciones o eficiencia según las necesidades. Lógicamente, si abusas del modo ECO verás que los consumos consiguen ajustarse un poco más, pero si empiezas a disfrutar del modo Sport, el gasto de los 170 CV se dispara.
Batería y autonomía del Skoda Elroq
En lo que respecta al consumo, uno de los puntos clave de esta versión ya que en la toma de contacto nos pusimos a los mandos de la alternativa más potente, la de 210 kW, lo que redundó en un consumo elevado. Sin embargo, en este Elroq 50 lo normal es que te muevas en el entorno de los 19 kWh/100 km y cuando no seas demasiado contundente con el acelerador, sí podrás ver valores cercano a los 17 kWh/100 km.
De ahí que alcanzar consumos similares a los de ese umbral exige una conducción suave y anticipada, ya que hay que tener en cuenta que esta versión únicamente puede equipar la batería de menor capacidad.
Hablamos en este caso del paquete de celdas de acceso, es decir, el 55 kWh brutos que se quedan en 52 kWh netos. Con ella Skoda homologa 370 km que a priori no deberían ser escasos, pero nosotros solo hemos podido cubrir unos 280 km, que seguro que ya te suena a poco rango. En este caso, quizá el Elroq más lógico sea el 85 porque suma la batería de 77 kWh netos (82 brutos) con los que homologa 585 km y, a buen seguro, poder cubrir más de 400 km sin despeinarte.
También porque este último suma la potencia de carga más alta, 175 kW cuando este 50 se queda en 145 kW. Sea como fuere, el tiempo de espera para obtener el 80% de la capacidad es de entre 25 y 28 minutos. Ahora bien, para el día a día, este 50 da más que de sobra.
En definitiva
La llegada de este Skoda Elroq (nombre que combina los términos Electric y Karoq) es un completo acierto por parte de la firma checa ya que consigue rebajar ligeramente las aspiraciones económicas de una gama cero emisiones que hasta ahora solo estaba compuesta por el Enyaq, en su doble carrocería. Una democratización que seguirá avanzando pasos durante el próximo año con la llegada del Epiq, un B-SUV que, además, se fabricará en España.
Pero hasta que ese momento llegue, optar no solo por el Elroq, sino concretamente por esta alternativa 50 es una muy buena elección, siempre y cuando no lo mires con ojos de viajero. Para el día a día puede ser un primer coche con todas las de la ley e incluso si planeas un desplazamiento largo, la potencia de carga te permitirá no tener que para demasiado. Lógicamente si buscas cubrir trayectos más largos, tienes que poner la atención en el Elorq 85 pero para lo demás, este 50 va más que sobrado pues destaca por su equilibrio entre prestaciones y consumo, con un comportamiento dinámico predecible y seguro, además de una eficiencia acorde al estándar del segmento.
¿Y qué hay del precio?
Todo ello sin obviar lo que comentábamos al comienzo, que es la versión más barata de toda la gama pues parte, sin descuentos, de los 34.490 euros aunque con la financiación y el PLan MOVES hablamos de un coche que, ojo, pues estar en menos de 23.000 euros, que es un precio hoy por hoy propio de un utilitario que de un todocamino compacto con un maletero tan gigantesco como el suyo.
No era la idea inicial pero las cuatro ruedas se cruzaron en mi camino periodístico y desde entonces no he parado de disfrutar al volante. Enamorado del sonido de algunos motores, hoy por hoy vivo con sorpresa y emoción el camino electrificado que está tomando el sector.