Probamos el nuevo Volkswagen ID.3 GTX Performance, una máquina de hacer kilómetros.
- Conducción suave para un deportivo de 326CV.
- Autonomía de más de 500 kilómetros con su batería de 79 kWh neto.
Cuando nos avisaron con una sonrisa cómplice de lo que nos esperaba cuando probáramos sus 326 CV entendimos claramente que la potencia del ID.3 GTX Performance nos iba a sorprender y que los 5,6″ de aceleración nos iban a pegar al asiento. Pues sí, lo hicieron y nos pusieron el vello de punta, pero no tanto como cuando tras una ruta de 115 kilómetros miramos el ordenador de a bordo y nos quedamos impresionados con los 15,1 kWh/100km de consumo que nos mostraba.
Y es que el nuevo GTX Performance tiene muchas más virtudes que la pura potencia. El rendimiento es uno de los mejores que hemos podido probar en muchos años de experiencias al volante. Probablemente porque tiene una inercia descomunal, que aprovecha todo el impulso de su motor eléctrico, por poco que sea.
El motor eléctrico del Performance impulsa el eje trasero y desarrolla un par máximo de 545 Nm, lo que supera en fuerza de accionamiento a los motores turboalimentados V6 de Volkswagen más potentes. Y lo hace aprovechando la energía de una nueva batería de iones de litio de 79 kWh neto, que por cierto se puede cargar en continua con una potencia máxima de 175 kW, o que hace que podamos cargar del 10 al 80 por ciento en unos 26 minutos.
Autonomía
Pero no os preocupéis de la autonomía porque como os decía, la buena dinámica de este caballo salvaje hace que la ruta se estire y pueda alcanzar hasta unos 530 kilómetros sin parar. Esto lo pudimos comprobar en una ruta de 115 kilómetros por autovía y carretera de montaña en la que utilizamos bien sus recursos y conseguimos dejar el ordenador en unos buenísimos 15,1 kWh/100km.
Pero aún mejor en el total de nuestra prueba (426 km) en la que mezclamos recorridos urbanos, circunvalaciones y un par de rutas de fin de semana para llegar a 14,1 kWh/100km. Como veis en la imagen que os muestro, tras conducir esos 426 kilómetros aún nos quedaba batería para otros 118 km. más.
Y hablando de recursos, la opción Break en la palanca de cambios es una opción muy válida tanto para recorridos urbanos en los que tenemos que hacer muchas paradas y arrancadas, como en rutas viradas en las que necesitamos un mayor control en la frenada.
En ruta con el ID.3 GTX Performance
Realmente el Volkswagen ID.3 GTX Performance nos ayuda en todo momento. A pesar de su gran potencia la primera parte del recorrido del acelerador está pensada para una conducción moderada que facilita mucho el control de coche, sobre todo en conducción urbana. Cuando necesitamos más potencia es donde podemos experimentar el empuje de sus kilovatios, pero la suspensión adaptativa deportiva (DCC) actúa de tal forma que el sistema puede distinguir mejor cómo se mueven las ruedas y la estructura y, basándose en ello, controlar los amortiguadores con algoritmos perfeccionados.
Interior
En el interior nos encontramos un buen diseño y mucha tecnología. Empezando por el nuevo sistema de infotainment y ChatGPT dentro de una pantalla que ha aumentado hasta las 12,9 pulgadas, que funciona bien y es intuitiva. Además, los accesos directos más habituales (modos de conducción, asistentes, climatización) están más al alcance de la mano.
Los asientos son cómodos aunque en zonas viradas se echa de menos algún apoyo en el costado, y el volante tal vez debería ser algo más blando para adaptarse mejor a las manos. Las terminaciones, aunque se han mejorado mucho con respecto a la primera versión de ID.3, siguen dando sensación de pertenecer a una marca con menos pedigrí.
La parte trasera es confortable y amplia incluso el asiento del medio. Faltaría tal vez una salida de AA para esas plazas traseras, que sí tienen sin embargo salidas usb para cargar el smartphone.
Exterior
Que llame la atención al pasar, es un gusto cuando conduces una máquina de estas características. Y el GTX Performance lo lleva de serie. Destaca del resto de la serie por un paragolpes GTX con una entrada de aire en forma de A con una rejilla en estructura de rombo. También os destaco los nuevos elementos de luz diurna mediante dos triángulos LED superpuestos que parecen una punta de flecha y que a partir de ahora formaran parte de las insignias visuales de todos los nuevos modelos GTX.
También me gustan mucho los nuevos faldones laterales en negro brillo que le hacen muy deportivo. Además los modelos GTX están equipados de serie con lunetas traseras oscurecidas y con llantas de serie de 20 pulgadas en color negro.
En la parte trasera un nuevo difusor también en negro y debajo del logotipo de Volkswagen se colocan las letras GTX. Toda una belleza.
En resumen
Se aprende rápido a disfrutar de lo bueno. Las sensaciones al volante son excelentes y el rendimiento es lo que más nos ha gustado. Al contrario que en otros modelos la versión más potente del ID.3 no castiga la eficiencia. Se puede conducir a buen ritmo con buenos consumos y por tanto gran autonomía.
Precio del ID.3 GTX
Puedes configurar tu GTX desde 43.285€
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Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.