- Con el Polestar 3 he conseguido algo que llevaba tiempo deseando: cubrir el viaje de ida y vuelta a mi pueblo sin parar a recargar
- Para esta prueba de autonomía hemos elegido la versión de doble motor del Polestar 3 que, con pack Performance, homologa 567 km de rango
- Opel Frontera o Skoda Elroq, una elección difícil en la que el precio es el factor determinante
Tengo la suerte de tener pueblo y la inmensa suerte de que esté los suficientemente cerca como para poder disfrutar de él los fines de semana. Poco más de 200 km me separan de mi pequeño paraíso, los primeros 120 km de autovía, el resto en carreteras secundarias de las que te hacen disfrutar de la conducción. Una ruta perfecta para tomar sensaciones de muchos de los coches eléctricos que hemos tenido la suerte de probar en movilidadelectrica.com.
En un viaje de ida y vuelta a mi pueblo me gustaría haber probado modelos como el Opel Grandland que en versión eléctrica homologa unos 520 km, pero me la hubiese jugado porque tras convivir con él durante una semana descubrimos que su consumo es más elevado de lo que promete. También el Volvo EX30: la variante Extended Range promete recorrer 475 km entre cargas, pero en la vida real y en un recorrido como quedaría en 350-375 km.
Prueba de autonomía del Polestar 3
Para ir a mi pueblo necesito un coche eléctrico que de verdad pueda recorrer 450 km sin parar a recargar. Son 220 km de ida y 220 km de vuelta, pero no hay opción de recarga en destino (más allá de los Schuko de mi casa) y la carga en ruta está bastante limitada.
Cuando recogí el Polestar 3 pensé que había llegado el momento de, por fin, viajar a mi pueblo en coche eléctrico. La unidad de pruebas era un Polestar 3 Long Range Dual Motor con Perfomance Pack, es decir, la opción con menos autonomía de las tres que se venden de este modelo. Aún así, el todocamino promete recorrer 567 km entre cargas (la versión de mayor autonomía es la de un solo motor -706 km- y hay otra alternativa de dos motores que homologa 636 km).
Al igual que los Polestar 2 y Polestar 4, el Polestar 3 tiene Google integrado. Esta innovación tecnológica permite al usuario disfrutar de todos los servicios de Google (Assistant, Maps y Play) sin necesidad de conectar el teléfono. Con esto, basta con decir «Hey, Google, quiero ir a mi pueblo» (previamente había memorizado el nombre de la localidad) para que en pantalla apareciese la información requerida.
En ese momento la batería está a un 75% de su capacidad total y el sistema indica que podré ir y volver y todavía me quedará un 7% de carga. ¿Será fiable?
Viaje de ida y vuelta a mi pueblo en coche eléctrico
Si esto no sale bien y no consigo llegar a casa tras haber pasado una noche en mi pueblo con algo de batería en el Polestar 3 me tacharán de loca e inconsciente. Y no por haber intentado cubrir la distancia en coche eléctrico sin tener punto de carga en casa, sino porque lo he hecho sin llenar la batería antes de ponerme en marcha.
Pero este viaje y esta prueba de autonomía, en realidad, no estaban pensadas y ha sido todo fruto de la convicción de que viajar en coche eléctrico es posible. Al salir el navegador del Polestar 3 me dice que vaya tranquila, que llegaré a mi destino con casi el 50% de la batería intacto. Aún así, procuro ser cuidadosa con el acelerador, levantar el pie en las bajadas y ser muy suave en la conducción para no gastar más de lo necesario.
Lo consigo, pues a mitad de camino el mapa de Google me lanza la buena noticia de que si sigo así al llegar a destino tendré un 2% más de batería de lo esperado. Al tomar el desvío y abandonar la autopista tengo que reconocer que me olvido un poco de lo de ser eficiente, tengo ante mi un tramo de carreteras viradas y entre manos dos motores que suman 489 CV de potencia…
Sería este el momento de empezar a relatar la experiencia de conducción del Polestar 3. No voy a entrar mucho en esto (te dejo la prueba que hicimos hace unas semanas), pero déjame decirte que es realmente sorprendente: su aplomo, firmeza en curvas… A pesar de sus cifras y su aspecto, es un coche muy fácil y divertido de conducir, al tiempo que transmite una sensación de seguridad que nos recuerda que aquí hay mucho de Volvo.
Los de atrás tampoco van nada mal. El espacio para las plazas traseras es de lo mejor del segmento; durante esta prueba viajaban detrás un niño y un adulto que han destacado la amplitud del habitáculo (solo las personas con alturas superiores a 1,80 tendrán que agachar ligeramente la cabeza al acceder al interior, pero una vez sentados el espacio para la cabeza es más que generoso).
Lo que diga Google Maps va a misa...
Entre curva y curva reconozco que casi me olvido de que el objetivo de esta prueba es llegar y volver sin tener que pedir al sistema de navegación que me localice un punto de recarga (no sería un drama porque en uno rápido el Polestar 3 recupera más de 100 km en menos de 10 minutos). Lo recuerdo cuando en el horizonte, tras la última subida aparece mi pueblo.
Miro la pantalla: la batería restante es justo la que indicaba el navegador al iniciar el trayecto. El consumo medio ha sido de 21,7 kWh/100 km, lo que supone que la autonomía real es de unos 495 km. Introduzco la dirección de casa, no hay por qué alarmarse podré volver y aún me quedará un pequeño porcentaje de energía. Prueba superada.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe